viernes, diciembre 09, 2005

Back from the Grave

Primero quiero poner en claro algunas cosas y descartar algunos mitos sobre experiencias cercanas a la muerte:


  1. No vi otra luz en ningun momento mas que las del hospital.
  2. No vi ni hable con Jesús, Jeová, Alá ni con nadie mas que muchos curiosos que me pedian los datos.
  3. No vi un resumen de mi vida pasar por mi mente, solo pense en cosas que ocurririan en el futuro.
  4. Nada duele tanto como lo que parece.
  5. Nunca perdí la conciencia.
  6. Morir no da tanto miedo.
  7. Los hospitales son una mierda.

Todo comenzó el miercoles por la noche, cuando cansado de no encontrar nada en la maldita television y podrido de estar encerrado, decidi salir a la calle. Pase a buscar a mis amigos y tras la desercion de muchos de ellos decidimos entrar en la casa de uno, Gonzalo.
Tras algunas horas de nadismo y perversion via webcam, decidimos abandonar la vivienda... pero aun la noche era joven, y nosotros no teniamos nada que hacer. Decidimos entonces caminar hasta una de las plazas de mi querido barrio de mierda. Aun instatisfechos dos de nosotros, caminamos los cuatro un par de cuadras mas y paramos en una esquina a descansar. Luego emprendimos el camino de vuelta a casa.
Fue cuando llegamos a la esquina de Alsina y la calle de mi casa que vimos enfrente a tres pibes sospechosos, aun asi doblamos y seguimos caminando. Los 3 pibes nos seguian detras por la vereda de enfrente y luego cruzaron.
A diez pasos de mi casa, uno de los pibes se adelanto a los otros con una botella de vidrio que partio contra el cordon. -Ya esta, demen las zapatillas!- Dijo agitando la botella rota, sin notar que ninguna de nuestras zapatillas valia la pena. - Estas zapatillas queres?? - Dijo mi hermano mientras se sacaba sus destrozadas "Dox". La vista del pibe se fue entonces a las zapatillas mas caras que teniamos nosotros cuatro: las "Fila" de $80 de mi amigo Daniel. El pibe se acerco a Daniel, quien acorralado contra la puerta de mi casa defendia sus zapatillas. - Aca vivo yo, ya fue! - Le dijo Daniel, mientras yo que estaba unos pasos atras cerca de la pared contemplaba todo. En ese momento mi viejo que habia escuchado el ruido desde adentro abrió la persiana de plastico de su habitacion. El pibe entonces, ya sabiendo que tenia que escapar, retrocedio unos pasos y se dio a la fuga, pero no sin antes clavarme la botella rota en el cuello por la bronca de tal choreo fallido.
El resultado: yo apretandome el cuello dentro del auto de mi viejo con las manos llenas de sangre, rumbo al hospital mas cercano.
Tardamos menos de 5 minutos en llegar, pero mas de 15 para que finalmente me atendieran... -Quedate tranquilo que no te toco la carotida, sino ya estarias patas para arriba!- Me daba animo una de las mas "simpaticas" enfermeras ¿?. Me tuvieron un rato acostado, chorreando sangre hasta que llego el cirujano. El lugar parecia mas bien una veterinaria de baja categoria, mas que un hospital. - Que mierda aca no se ve nada... no puedo hacer nada... hilo de mierda se rompe solo... estoy re incomodo... me faltan herramientas... aguja del orto que no pincha...- Se quejaba el joven cirujano (que tampoco era muy positivo) mientras me cosia la enorme cortadura en mi cuello (13 puntos de sutura externos y 5 internos). Yo para ese momento solamente esperaba que el pelotudo hiciera lo mejor que pudiera para no terminar como Frankestein. - Que carajo es esto?- Pregunto en algun momento de desconcentracion el cirujano a una de sus asistentes ¿?, señalando algo de mis entrañas cuellales. Tras no obtener respuesta prosiguio con su tarea, pensando de que lo mejor seria dejar esa cosa en su lugar. Una vez terminada la costura, el joven cirujano hizo alardes con sus colegas de su delicada labor... -Me gusta lo estético... mira como cierran perfectamente los cachos de piel- y me apretaba la herida mostrandole a su amigo que cerraba perfectamente. Luego me abandonaron en la triste habitacion, escuchando solamente sonidos de placer provenientes de otro lugar seguramente mucho mas feliz. Asi transcurrio una o dos horas, no se, hasta que me levantaron para transladarme a la sala de observacion. Mi cuerpo temblaba de frio debido a que mi remera de los Doors estaba empapada en sangre.
La sala de observacion no tenia nada mejor que la anterior pieza, las unicas diferencias eran que habia mas pacientes y mas espacio. Para subir a la camilla uno tenia que subir una escalerita y acostarse bien en el medio para no caerse para uno de los costados.
A mis costados yacian moribundos otros pacientes, entre los cuales recuerdo a uno cuya familia lo habia dejado en el hospital y se habia ido sin dejar rastros. Era un vagabundo de unos 50 años, que desnudo, tapado solo con goma espuma pedia a gritos una manta verde que era suya y protestaba por un dolor en la pierna, mientras que en una de sus nalgas tenia lo que parecia ser un tumor rojo. Tambien recuerdo a una señora mayor que pasaba caminando reitaradas veces con su suero en la mano y con ojeras enormes... lloriqueando y observando a los demas enfermos, incluyendome a mi. Y tambien a otro tipo que parecia tener un problema de prostata o algo asi y decia que todo habia comenzado una semana atras cuando se habia intoxicado comiendo fiambre.
El panorama era desolador... putrefacto, enfermizo y triste. Yo era tambien parte de él. Ahora era uno mas de los abandonados... tendría que esperar mas de 5 horas hasta poder tener una conversacion con algun medico, mientras tanto aguardaban horas que pasaban como segundos de insomnio y pensamiento perspectivo.
A las 11 de la mañana abandone finalmente el hospital, con una venda cubriendo mas mi cara que mi cuello, con un pinchazo en mi brazo derecho y con el brazo izquierdo chorreando sangre debido a que se me sacara el suero bestialmente. De todas formas la cosa no termino ahi. Horas mas tarde partiria hacia una clinica en Capital, para hacer revisar la herida. Recien ahi pude ver el resultado... una linea violeta enorme con lineas de hilo negro grueso, que comenzando de adelante de mi nuca llegaba casi hasta mi menton, a la altura de donde comienza la cara.
Alli me dieron la antitetanica y me hicieron saber nuevamente la suerte que tenia de estar vivo. -Medio centimetro mas arriba, y no estarias aca para contarlo.- Me dijo uno de los medicos.
Por suerte estoy, ahora solo me queda esperar de que todo siga bien y que la cirujia estetica sea un exito. Desde ya, saludos desde el mas allá... su camarada LeN!N.


8 comentarios:

DA ! M4R10 dijo...

UUU q mal man, espero q ya andes bien, suerte

Anónimo dijo...

que loco no??...estuviste al borde de la muerte!!:S pero bue, eso ya es cosa del pasado...ahora tenes que mirar para adelante(porque sino te caes, jaja)...mucha suerte tato

Anónimo dijo...

Aguante victor sueiro

Anónimo dijo...

kreo k sha t dije k en mi imaginacion era peor... ^.^

LeN!N dijo...

:D

LeN!N dijo...

^.^

Anónimo dijo...

hola tatoooo
che no fue tantoo!!! para mi que exagerastes!!(¿?)
no te digo que te mejores poruqe ya te vi bien asi que no hace falta
chau suerte

Anónimo dijo...

lenin deja de llorar putooo