jueves, diciembre 23, 2010

Enter the Void en el Gaumont - Parte III

El motivo oculto...


Como bien mencionaba antes, había un motivo oculto que me llevaba a estar esa tarde de diciembre en el Gaumont. Para que lo entiendan debería remontarme quizás un mes atrás de la fecha, cuando todavía era incierto si Gaspar Noé presentaría su película en algún cine de Buenos Aires.
Ornella y algunos alumnos de la Universidad donde curso habían hablado con algunos docentes y finalmente habían logrado llevar a cabo un ciclo de cine con películas de culto, que se considera que todo estudiante de cine debería ver. Ya habían pasado con mucho éxito de asistencia, La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick y Apocalypse Now de Francis Ford Coppola. Como apertura para las proyecciones, algún docente o alumno organizador del evento decía algunas palabras sobre la película, intentando explicar su esencia y el porqué de su selección dentro del ciclo.
En un principio yo me presenté un poco dubitativo sobre el éxito del proyecto, pero tras la primera proyección me vi un poco más motivado e implicado en la causa. Creí que si hacíamos un esfuerzo en conjunto, el ciclo podía llegar a un muy buen fin. Como sugerencia para los coordinadores, propuse la idea de intentar contactar con algún director de cine de algunas de las películas que se planeaban proyectar,
y obligarlo e intentar convencerlo para que venga a dar una charla sobre su propia obra. Imaginarán ya ustedes que la primera persona en la que pensé fue en Gaspar.
Sin embargo en ese momento no sabia ni como, ni cuando, ni por donde iba a poder comunicarme con él. Sabía que él vive en Francia, y que tarde o temprano iba a venir a visitar a su padre, pero no tenía idea de si llegaría este año al país y si yo podría verlo siquiera a una distancia considerable como para al menos tirarle una señal de humo. Y es que el tipo parece ser de lo más anti-tecnología: No tiene Facebook, ni Twitter, ni es contactable por otro medio que un flaco cualquiera como yo pueda obtener. Nada que ver con el viejo Larry Clark, director de Kids, que a través del Facebook contacta a jóvenes adolescentes, probablemente para sodomizarlos y luego incluirlos forzadamente (mediante el uso de drogas muy pesadas) en sus películas, consideradas por algunos críticos del conservadurismo yankilandes como “kiddie porn”. Por tanto mi idea fue solo una idea y quedo flotando en el aire como el humo de la última bocanada de cigarrillo, que se extingue lentamente hasta desaparecer por completo.
No fue hasta el uno de diciembre que la suerte me jugo una buena pasada y me trajo a la mañana un mensaje por correo de un compañero, avisándome sobre la proyección en el Gaumont. Si no fuera por él, quizás ni me hubiera enterado de tal cosa y hoy estaría lamentándome; seguramente no hubiera escrito esta nota y probablemente me dedicaría a la docencia. Pero por esas causalidades favorosas que se dan cada tanto en la puta existencia de un mortal, tuve la idea de hojear ese mismo día a la tarde la tapa de la sección de espectáculos del diario Clarín y para mi sorpresa ahí estaba: el pelado Noé en primera plana con una camisa de leñador rojinegra.
Bastante sorprendido y entusiasmado leí la entrevista, y debo admitir que dentro de toda la sarta de pedorrerías que he leído en Clarín espectáculos, esta fue seguramente algo de lo mejor. Sin perder todavía de la cabeza mi antigua idea sobre contactar a este director, noté que figuraba la dirección de mail del joven periodista que lo había entrevistado. La anote en una hoja y cuando volví a casa le mande este mail:

Que tal Pablo, soy LeN!N Trotsky, estudiante de Licenciatura en Audiovisión de una importante Universidad de Lanús.
Me gustaría saber si habría alguna forma de contactarse con el director Gaspar Noé, ya que con un grupo de alumnos y apoyo desde la dirección de la Universidad, hemos organizando una proyección de distintas películas claves para la cinematografía actual. Hemos realizado dos proyecciones durante el año 2010 y la idea es continuar con el ciclo el año que sigue. Las películas son proyectadas en el micro-cine de la Universidad, en formato DVD (por carecer todavía de un proyector de film) y hasta ahora han sido comentadas por algún docente o alumno que se ha informado al respecto.
Nuestra idea para las proyecciones que vienen es contar con la presencia de alguno de los realizadores, que por motivos mas que obvios en muchos de los casos son difíciles de ubicar. Sería por tanto una buena oportunidad y un gran honor para nosotros, que un director nacido en Argentina y reconocido mundialmente, pudiera venir a proyectar y comentar alguna de sus obras, mas que nada para dar a los chicos que comienzan sus estudios un panorama personal sobre el proceso de creación de una obra audiovisual: un panorama que seguramente va a ser muy distinto y mas, si se quiere, "real" y pedagógico, que el que se puede obtener de cualquier critica de cine o comentario dado por un tercero.
Agradecería entonces, si es de ser posible, el obtener alguna dirección de correo para comunicarme con Gaspar. He hablado en otra ocasión con su padre personalmente; pero con él, por motivos de no residir en el país, es bastante más complicado.
En todo caso, si simplemente podes enviarle esta información y mi dirección de correo para que se comunique conmigo si esta interesado, sería más que suficiente.

Muchas gracias desde ya.

Para mi sorpresa, el joven Pablo estaba conectado (o trabajando) justamente en ese momento, por lo que respondió a mi mensaje casi instantáneamente:

Hola LeN!N. Hablé telefónicamente con Gaspar a París, él ya está en Buenos Aires. Si no lo contactás a través de su padre, te paso el mail de la gente que hace la prensa a la Semana de Cine Europeo:

info@furgangcomunicaciones***

Suerte!

Pablo

Sin tiempo que perder reenvié ansioso el mensaje que le mande a Pablo (con algunos retoques para hacerlo mas formal) a la dirección que él me paso.
Esta vez se imaginarán que no tuve tanta suerte. Seguramente el encargado de leer los mails vio muchos renglones y lo leyó con el mismo entusiasmo con el que usted lector estará a esta altura leyendo esta nota eterna… ¡Y pensar que usted tan solo quería saber de que se trataba la película! Bueno, una sensación similar ha de haber tenido el tipo que leyó mi mail, así que cuando vio que no era nada importante, nada porno, ni un powerpoint gracioso, le hizo click derecho y lo envió directo a la papelera de reciclaje. ¿Y la respuesta?... La respuesta todavía la estoy esperando.

Visto y considerando que la cosa no caminaba por medios electrónicos, decidí que lo mejor sería ponerle el pecho a la bala, ir directo al asunto, es decir… Presentarme a la primera proyección de Enter the Void, con la seguridad de que Gaspar Noé estuviera sentado en la misma sala, por el tiempo suficiente necesario como para caer a su lado, cargado en todo el cuerpo con explosivos y pidiéndole por Alá que se copara y nos diera una charla en la Universidad.



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